domingo, 6 de marzo de 2016

La espiritualidad actual

En el mundo occidental actual existe la tendencia ampliamente extendida de valorar el interés por lo espiritual, diferenciándolo claramente del interés religioso. Este movimiento se consolida con éxito en nuestras áreas culturales, y muestra de ello pueden ser las innumerables ofertas orientadas para personas interesadas, en variadas corrientes de espiritualidad no religiosa, provenientes en su mayoría del mundo oriental. Algunas reflexiones, inspiradas en la neurociencia antropológica, pueden iluminar el fenómeno de la relación entre neurociencias, espiritualidades, psicologías y religiones. Por Ramón M. Nogués (*).


La tendencia actual, ampliamente extendida en el mundo occidental, a valorar el interés por lo espiritual diferenciándolo claramente del interés religioso. Este movimiento se consolida con éxito en nuestras áreas culturales, y muestra de ello pueden ser las innumerables ofertas orientadas a introducir a las personas interesadas, en variadas corrientes de espiritualidad no religiosa provenientes en su mayoría del mundo oriental. Algunas reflexiones, inspiradas en la neurociencia antropológica, pueden iluminar el fenómeno de la relación entre neurociencias, espiritualidades, psicologías y religiones. 

El mundo interior 
  
Con la aparición de las especies humanas, se da en el mundo animal una manifestación espectacular de lo que llamamos mundo interior. Algunos comentan que, con los humanos, hemos pasado de los humanos de las cavernas a las cavernas de los humanos. Quizás el mundo interior pueda denominarse caverna en la medida en que su complejidad y sus múltiples aspectos recónditos, pueden evocar estos espacios oscuros y algo enigmáticos ocupados como refugios de fortuna por nuestros ancestros más lejanos. Precisamente los claroscuros que caracterizan los espacios interiores justifican el renovado interés de todas las culturas para intentar poner orden y algo de luz en los ámbitos de la interioridad.